29 feb 2024

Creciendo en Gestion Emocional


Hoy me encuentro en una montaña rusa emocional, pero también me siento orgullosa de mí misma. A veces, es evidente que las cosas no funcionan como deberían, que son injustas o están mal organizadas, y estas situaciones pueden causar estrés y frustración.

En mi caso, me toca realizar auditorías a las enfermeras en el hospital donde trabajo. Estas auditorías implican observar cómo llevan a cabo ciertas prácticas para garantizar el cumplimiento de nuestras políticas internas. Hasta ahí todo bien. El problema surge cuando esta práctica no está regulada y no se proporciona formación a los auditores. Simplemente nos dicen: "ve allí y observa estas prácticas". Esta falta de regulación hace que las enfermeras no quieran colaborar, ya que se sienten evaluadas profesionalmente, lo cual no contribuye a su satisfacción laboral. Además, las auditoras tenemos otras responsabilidades y no podemos pasar todo el día esperando que se lleven a cabo estas prácticas. En resumen, es una situación frustrante tanto para las enfermeras como para nosotras, las auditoras.

La situación ha llegado a un punto en el que me vi obligada a presentar una queja. Ayer, fui a realizar una auditoría y la enfermera se negó a colaborar conmigo. Tras ofrecerme a esperar hasta que ella pudiera atenderme, etc., decidí retirarme de la unidad y comunicarlo tanto a su superior como al mío. La respuesta de la coordinadora de las auditorías es que debo llevar a cabo las auditorías, pero que no quiere que esto suponga un problema adicional para las enfermeras. Esto no tiene sentido: o realizamos las auditorías o no las realizamos.

Aunque mi queja no ha cambiado nada, estoy contenta de exponer mi criterio, aunque siempre con tacto y profesionalidad. Me siento orgullosa de haber defendido mi criterio y a mí misma. El problema no radica en la enfermera que se negó a colaborar conmigo; la entiendo perfectamente. El verdadero problema es la falta total de estructura y formación, y eso es lo que he comunicado. Por supuesto, cuando defendemos nuestro criterio, debemos ser flexibles y aceptar lo que la otra parte nos pueda ofrecer. No podemos obligar a otros a ver nuestra verdad o a seguir nuestro criterio. Sin embargo, nos debemos a nosotros mismos expresar nuestra opinión y nuestros estándares, cuando es oportuno.
Lo opuesto a tener dificultades para defenderte a ti misma, es la diarrea verbal. Esta gente que siempre dicen lo que piensan sin evaluar la repercusion que puede terner en le otra persona. Hay gente que se esconde detras de " yo soy muy sincera" "siempre digo lo que pienso". No siempre debemos decir lo que pensamos, solo si nos afecta a nosotros. Nuestras palabras siempre deben medir el impacto en nosotros mismos y en la otra persona.

Que tengas una bonita vida! 💗

28 feb 2024

La carga de la vida.


Es crucial simplificar nuestras vidas. A menudo nos vemos abrumados por un exceso de responsabilidades y tareas, tanto propias como ajenas. Esto puede manifestarse física y emocionalmente, generándonos dolores de espalda y una carga emocional pesada. Nos esforzamos por cuidar de todo y todos, hasta el punto de descuidarnos a nosotros mismos. Nos encontramos amamantando demasiadas preocupaciones, lo que puede derivar en problemas de salud graves, como quistes o incluso cáncer.

Sin embargo, es crucial recordar que siempre tenemos opciones. Priorizar nuestra salud por encima de todo lo demás es fundamental. En mi experiencia personal, mi carga ha sido la culpa tóxica. Me he responsabilizado en exceso de los sentimientos de los demás y he aspirado a una perfección inalcanzable, llevando sobre mis hombros un peso abrumador.

Simplificar las cosas y adoptar una perspectiva más liviana puede marcar una gran diferencia. A veces, somos nosotros mismos quienes complicamos innecesariamente las situaciones. Priorizar es clave. ¿Qué es lo más urgente? En primer lugar, cuidar nuestra salud física, mental y emocional. Luego, organizar nuestras responsabilidades en función de su urgencia y relevancia. Hay tareas que pueden esperar y otras que pueden ser delegadas.

En cuanto a la culpa tóxica, he decidido liberarme de su peso. Aunque reconozco mis errores y las consecuencias de mis acciones, entiendo que no puedo cambiar el pasado. Aprendo de mis experiencias y me comprometo a actuar de manera diferente en el futuro. Después de todo, la memoria es caprichosa y los sentimientos intensos pueden distorsionarla. Es mejor aprender lecciones y avanzar.

Recordemos que, en última instancia, ninguno de nosotros estará aquí en cien años. En lugar de cargar con pesos innecesarios, centrémonos en vivir una vida más simple, saludable y significativa.

Que tengas una bonita vida. 💗

Cosas bonitas que saber sobre la vida.

Compite contigo mismo, no con nadie más. Busca ser la mejor versión de ti misma cada día. Apasiónate por ti misma y por la maravillosa vida que lideras. No importa si los demás lo perciben o reconocen. De hecho, no importa si a otros les molesta. Solo asegúrate de que al final del día te vas a la cama sabiendo que has dado lo mejor de ti al mundo y que, aunque el día fue difícil, hiciste todo lo que pudiste. No se trata de hacer grandes esfuerzos, se trata de ir sumando pequeños logros que te lleven a alcanzar tus sueños, la vida que deseas. Pequeñas aportaciones diarias que te lleven a convertirte en la mejor versión de ti. Siempre queriéndote y respetándote a ti misma.

Que tengas un bonito dia. 💗

26 feb 2024

Lunes 26 de Febrero del 2024

Hoy inauguro este blog como una forma de expresión personal, una pequeno diario destinado a dejar una huella en el mundo. Sé que dentro de mí hay mucho por ofrecer y deseo legar algo valioso, algo que perdure.

Este fin de semana lo he dedicado a estar con mi hijo Miguel; ha sido nuestro fin de semana especial, el momento de "mamá y Miguel". Es una oportunidad maravillosa para estrechar lazos y crear recuerdos inolvidables.

El sábado nos aventuramos al Museo de las Ilusiones en Houston, una experiencia que resultó divertida para ambos. Capturamos momentos con fotografías y nos sumergimos en las actividades del museo. Al salir, nos encontramos con una tienda repleta de artefactos relacionados con la magia y las ilusiones. Mi hijo quiso comprar uno de ellos, a lo que respondí que debía comprarlo con su propio dinero. Miguel eligió un juguete y, aunque yo lo pagué, le pedí que me lo devolviera, enseñándole la responsabilidad de administrar su dinero.

Después, disfrutamos de una comida en el restaurante Caracol, aunque descubrimos decepcionados que los sábados no ofrecían brunch, a pesar de lo que habíamos leído en su página web. Sin embargo, un exquisito ceviche compensó nuestra ilusión por el bufet.

Continuamos nuestra jornada cultural en el Museo de Bellas Artes de Houston, donde asistimos a una charla sobre Matisse. Recientemente habíamos explorado la vida y obra de este pintor a través de un libro, por lo que nos intrigaba conocer más sobre el tema.

De regreso a casa, cenamos y nos sumergimos en una película para cerrar el día. El domingo llegó el momento de que Miguel me devolviera el dinero del juguete. Aunque me dio un poco de pena, él solo gana dos dólares a la semana ayudando en casa, por lo que quince dólares representan muchas semanas de esfuerzo para él.

Ser madre no es tarea fácil. Encontrar el equilibrio entre el amor y la educación es todo un desafío. A veces, eso implica negarles lo que desean para enseñarles el valor del esfuerzo y la gratificación diferida. Lo que tengo claro es que ser una buena madre implica preparar a mi hijo para el futuro, para el trabajo duro, para ser un individuo íntegro que contribuya a la sociedad. Aunque me duela negarle cosas o verlo frustrado, sé que es parte del proceso de aprendizaje y crecimiento. Con aciertos y errores, aspiro a ser una buena madre para él y, sobre todo, a brindarle el amor incondicional que tanto anhelé en mi propia vida, aquel amor que proporciona seguridad en el mundo.

Cada día que veo a mi hijo crecer, admirando su inteligencia y bondad, me siento completa y feliz. Es en esos momentos que reconozco la belleza de la maternidad y la dicha de ser su madre.