20 mar 2024

Mi Infancia

El propósito de este post es abrir al mundo la conversación sobre los niños maltratados. En un mundo de "postureo" y perfeccionismo, siento la necesidad de compartir mi historia con el mundo. No estás sola; somos muchos los que hemos crecido en hogares desestructurados y, ahora como adultos, hacemos todo lo posible para sanar nuestras heridas de la mejor manera posible.

Nací en una familia muy pobre, en un barrio marginal del sur de España. Cuando digo "pobre", me refiero a que a menudo no teníamos suficiente dinero para comer. En mi casa, no se vivía, se sobrevivía.

Mis padres se conocieron en una discoteca cuando tenían 24 años. Aquella noche mantuvieron relaciones sexuales y mi madre quedó embarazada. Así fue como nací. Se casaron debido al embarazo, pero en realidad eran dos personas muy diferentes que se hicieron mucho daño la una a la otra durante muchos años.

Vivir en mi casa era horrible. Nunca sabía cuándo mi padre se iba a enfadar y nos iba a agredir a mi madre o a mí. Estaba constantemente alerta, especialmente cuando mi padre regresaba a casa. Era como vivir con una bomba de relojería; nunca sabías cuándo explotaría toda esa frustración y rabia contenida. Solía interponerme entre mis padres cuando mi padre se volvía violento. Recuerdo sentir terror en esos momentos de violencia y descontrol en mi hogar.

Nunca aprendí lo que es el amor propio o la importancia de mis necesidades. De hecho, es algo en lo que aún trabajo hoy en día, a mis 41 años. Pasé mi infancia creyendo que no valía nada; eso es lo que mis padres me decían: "No vales ni para estar guardada" o "¡Qué asco de niña!". Es crucial tener mucho cuidado con lo que se le dice a los niños. Tú eres su referencia, su seguridad, su TODO en la vida. Así como creen en los Reyes Magos porque tú se lo dices, también creerán lo que tú les digas sobre ellos mismos, y lo grabarán en sus mentes a fuego. Si les dices que son inteligentes y que llegarán lejos en la vida, eso es lo que creerán sobre sí mismos. Sin embargo, si les dices que son un fracaso, será difícil que lleguen a ser otra cosa en la vida. Por supuesto, hay excepciones como yo, pero no somos tantos.

A los 6 años, mis padres me llevaron a un colegio religioso solo para niñas. Allí aprendí lo que la sociedad esperaba de mí como mujer. Aprendí el valor del sacrificio y del sufrimiento. Me enseñaron a ser abnegada, a ayudar al prójimo e incluso a anteponerlo a mí misma. No encontraba buenos ejemplos a seguir en mi casa, pero el colegio si que representaba esa disciplina y educacion que necesitan los ninos. uizás por eso sus ensenanzas se grabaron tan profundamente en mí, tanto las que me han apoyado en la vida como las que no.

Debido a mi situación en casa y en el colegio, sentía un enorme sentimiento de falta de valía. Tan grande era mi falta de valía y la creencia de sacrificio por el prójimo para ser digna de amor, que cuando una de mis tías se enfermó y dijeron que tal vez moriría, llegué a rezar para morir yo en vez de ella. He pasado muchos años sintiendo que le debo algo al mundo. Siento que debo hacer algo por el mundo para ser digna de amor, lo cual es una condición desmedida.

Cuando tenía 9 años, nació mi hermano. Lo amo con todo mi corazón, pero lo peor que pueden hacer dos personas que no se quieren es traer hijos al mundo. No se puede traer a una criatura al mundo con la responsabilidad de sanar una relación. Los niños no se traen con responsabilidades, sino por el amor, para amar a alguien más que a uno mismo. Nada más. Nunca con la función de sanar una pareja que no funciona. Si la pareja no funciona sin responsabilidades, menos lo hará cuando tengan que ponerse de acuerdo en la educación de un hijo.

Mi hermano tardó en nacer 41 semanas; no sé si está relacionado, pero nunca fue un niño totalmente normal. Cuando tenía 1 o 2 años, lo operaron de los oídos. No oía bien y pensaron que por eso no hablaba correctamente. Luego descubrieron que tiene un retraso mental. Aunque físicamente no se notaba, estaba ahí. Hoy, además del retraso mental, mi hermano tiene esquizofrenia y vive en un centro de salud mental.


¡Que tengas una maravillosa vida!💗

Este blog se fundamenta en mis experiencias personales y en cómo mi infancia ha influido en mi vida, así como en mi actual búsqueda de crecimiento personal. Aunque este contenido puede equipararse al de un profesional de la salud mental, es importante tener en cuenta que no soy uno. Si crees que estás enfrentando problemas mentales o emocionales, te recomiendo encarecidamente que busques ayuda profesional. Personalmente, cuento con una terapeuta excepcional que me brinda un gran apoyo en este proceso que comparto contigo.Sin embargo, es fundamental dejar claro que este blog es una exposición de mis percepciones y opiniones personales; por lo tanto, no tiene la intención de brindar ningún tipo de tratamiento o terapia.

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